LA GUINEA:
BARRIO AFROCARIBEÑO DE CORO
JOSE MILLET/ MANUEL RUIZ VILA
Colaboradores científicos:
Eduardo Concepción/ Orlando Moreno/ Enzo Provenzano/Oscar Lázaro/ Luís Cazorla
Centro de Investigaciones Socioculturales
Instituto de Cultura del Estado Falcón (INCUDEF)
Coro, 2006.
Título del libro:
Autores; de Cuba: José Millet y Manuel Ruiz Vila; de Venezuela: Eduardo Concepción, Enzio Provenzano, Oscar Lázaro, Luís Cazorla y Orlando Moreno.
Correo electrónico: milletjb2004@yahoo.com
@Instituto de Cultura del Estado Falcón.
@José Millet; Manuel Ruiz Vila; Eduardo Concepción, Enzio Provenzano, Oscar Lázaro, Luís Cazorla y Orlando Moreno.
Diseño de cubierta: Mary Blanca Kamel
Diagramación:
Fotos del barrio: Eduardo Concepción y Orlando Moreno.
Foto de contracubierta: Henry Curiel.
Levantamiento de textos: José Millet.
PUBLICACIÓN DEL GOBIERNO BOLIVARIANO DEL ESTADO FALCÓN.
Printed in Venezuela.
A Joel James In Memoriam
Patriarca del Caribe
INDICE
Nota del Lic. Jesús Montilla, Gobernador del Estado Falcón………….p.
Proyecto de investigación sociocultural Cubano-Venezolano………… p.
Anexos………………………………………………………………….p.
Fichas de los autores……………………………………………………p.
Fuentes escritas y orales compulsadas………………………………….p.
Colofón
Proyecto de investigación sociocultural cubano-venezolano.
Influencia de las pequeñas comunidades en la formación de identidades territoriales o locales, nacionales e internacionales en diversas manifestaciones de la cultura tradicional popular: el caso de
José Millet y Manuel Ruiz Vila*
I. Antecedentes
A fin de darle continuidad a los acuerdos y convenios de intercambio académico establecidos por
No ocultamos que fuimos fascinados por Coro, como por casi todo el Estado y por la perspectiva de que esta región se nos antojaba como muy semejante a la de Santiago de Cuba desde diversos puntos de vista. El hecho de que Venezuela, en la voz de su Presidente el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, se proclamara como un país latino- caribeño y reivindicara con ello su pertenencia a la comunidad de pueblos surgidos en el crisol del Caribe en el que está anclado nuestro Caimán Verde, nos espoleó a lanzarnos a fondo en la proposición que se nos hiciera de iniciar un trabajo de investigación conjunta cubano-venezolana con el tema del papel de la cultura tradicional popular en la formación, desarrollo, preservación y difusión de la identidad cultural tomando como punto de partida dos pequeñas comunidades de Falcón. Resultaba necesario escogerlas y a ello se había dedicado uno de los autores desde hacía varias semanas antes de la llegada del segundo.
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*Investigadores de
Dado que Coro está rodeada por un macizo montañoso como lo está la ciudad de Santiago de Cuba por
En las últimas semanas, hemos desarrollado reuniones de trabajo con algunos colegas nuestros para lograr un marco de referencias o contexto que nos permita avanzar en la elaboración de un diseño de investigación que desarrollaremos conjuntamente con investigadores, expertos y promotores culturales de Falcón, para materializar el mencionado acuerdo. Tratando de apartarnos de la forma habitual en que, ante
En cuanto a la experiencia institucional de
Dejando atrás los tiempos en que éramos estudiantes de
Naturalmente, persiguiendo tales fines trascendentes, no avanzábamos solos ni tampoco carecíamos de antecedentes; tuvimos la dicha de compartir frecuentísimos viajes a
A este último se debe el primer ensayo etnográfico dedicado a una comunidad cubano-haitiana de las tantas ubicadas en nuestro país y al complejo cultural del gagá que, desde entonces, espera por un estudio definitivo, aun cuando continuaron esa línea de indagación el camagüeyano Rafael García Grasa, “Papito”, el palmero Manuel Santana y el Dr. Jesús Guanche. Tenemos otros casos en Santiago de Cuba de gente que estudió e investigó la presencia y el aporte de los inmigrantes caribeños para conocer sus tradiciones artísticas y hacer montajes musicales, danzarios, teatrales o con otros fines prácticos. Ocupando un sitio de primera línea, dos instituciones deben ser mencionadas cuando se trate este asunto trascendente: el Conjunto Folklórico de Oriente, fundado en nuestra ciudad en 1960, en lo que respecta a la indagación en comunidades rurales de origen haitiano y el Cabildo Teatral Santiago, fundado en 1975 también aquí, en lo relativo a barrios con tradición carnavalesca de nuestra ciudad.
Quedaron desde entonces esbozadas dos líneas de trabajo por las que transitaríamos muchos compañeros, tanto artistas como promotores de la cultura y, más recientemente, investigadores profesionales: debía insistirse en la necesidad del estudio de las tradiciones culturales del pueblo cubano arraigadas tanto en el campo como en la ciudad, a nivel del territorio, la localidad, la comunidad y la región, donde tal vez se nació o se vive pero de los cuales no había una conciencia cabal en cuanto a peculiaridades y alcance para la comprensión de la formación del cubano y sus rasgos característicos. Esta indagación debía afincarse en el conocimiento de la historia en la que saltaba a la vista la vinculación, que luego fue pertenencia, a una cultura común que luego estuvimos mejor preparados como para calificarla y definirla como caribeña.
En cuanto a la configuración del eje temático al cual debíamos ajustar nuestros estudios, dos objetos terminaron por acaparar nuestra atención: el de las tradiciones festivas, en el que destacaba el carnaval santiaguero, y el de las religiones afrocaribeñas y el espiritismo. Así, desde 1982 nos hemos dedicado al estudio de las agrupaciones folklóricas de la ciudad de Santiago de Cuba, lo cual implicó realizar un prolongado e intenso trabajo de investigación de campo que nos conduciría, para dicha nuestra, a descubrir la magia fascinante de la gente de un barrio que tal vez sea en Cuba el que conserve las raíces de África con un grado mayor de fortaleza y, a un mismo tiempo, las expresiones de cultura tradicional popular más profundamente arraigadas en su conciencia. Se trata del barrio santiaguero de Los Hoyos, espejo para cualquier investigador del planeta de lo sucedido a
A partir de la década de los ochenta y durante casi una diez años, estudiamos allí cómo el núcleo de una agrupación carnavalesca,
En cuanto al estudio del rico espectro de la religiosidad tradicional del pueblo cubano, podríamos aportar muchas experiencias, tal vez aprovechables por los investigadores venezolanos con quienes estamos compartiendo el presente trabajo y con el público en general que leerá estas líneas. Por razones de espacio, nos vamos a limitar a mencionar dos casos: uno relacionado con el espiritismo y el otro con la cultura de origen haitiano en Cuba. En el denominado espiritismo de cordón existe una base étnica común que lo hermana con Las Turas, verdadera y auténtica página desprendida de la historia del hombre sobre el planeta que Venezuela tiene el privilegio de atesorar y acerca del cual, desde hace varios años, hemos manifestado que debe ser incluido en la mencionada Lista de Patrimonio intangible de
En muchos de estos centros o templos cordoneros hemos respirado el mismo espíritu de los falansterios de los socialistas utópicos franceses o algo parecido al hombre perteneciente al comunismo primitivo de que nos hablan algunos textos de filosofía. Sobran los ejemplos ilustrativos, pero sólo mencionaré de pasada aquél con que compartí tantas veces ubicado cerca de
Fue así cómo también, para entonces, nos lanzamos a fondo al estudio de varias comunidades de origen haitiano existentes en el campo: una ubicada en el macizo de caña de azúcar y otras en
Dado que el presente estudio es binacional, cabría preguntarse: ¿con qué contamos por la parte venezolana? En primer lugar con personas del mundo académico profesionalmente calificadas, encabezado por historiadores, cronistas, profesores e investigadores sumamente experimentados que viven en Coro o en otras ciudades de Falcón y a quienes les resulta muy familiar el tema seleccionado. Algunos de ellos han investigado y publicado algunos trabajos en los que se hace referencia al marco histórico y a personajes relacionados con las comunidades seleccionadas. El prestigioso historiador Luís Dovale, director del Archivo de Historia Regional del Estado Falcón, nos ha ofrecido una plena y amplia disposición a cooperar con nuestro proyecto, como asimismo lo han hecho otros de no menor valía. El cronista oficial del Municipio Miranda, Arcadio González, abrió las puertas de su oficina de historia para apoyarnos, como la abrió también
Asimismo, y los colocamos en este lugar para su destaque, el proyecto del estudio de
Otro gesto de parte de INCUDEF muy importante lo constituyó la asignación del joven bachiller Luís Cazorla, director del Departamento de Cultura Popular, y del promotor Enzio Provenzano como parte de un equipo encargado de atender oficialmente este importante asunto. Con ellos iniciamos la labor de familiarización con la comunidad
Por otro lado, se ha producido una acumulación importante de referencias en la dependencia falconiana del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) basada en un minucioso trabajo de recopilación de los últimos censos venezolanos de población y en la actualización de los mismos afincada en un novedoso método de empleo de los líderes o expertos miembros de los barrios de Coro, quienes están brindando un elevado espíritu de colaboración. La información almacenada en esa base de datos, que incluye planos, resultará extremadamente útil para nuestros propósitos de indagación, búsqueda y análisis. El INE cuenta aquí con un equipo de jóvenes de alta calificación técnica, gran sentido de responsabilidad y con espíritu de cuerpo en proyección de su trabajo, lo que nos ha permitido intercambios ampliamente provechosos para ambas instituciones. Creemos necesario hacerles aquí un merecido reconocimiento por su abierto espíritu de colaboración y consignar sus nombres: lo encabeza el ingeniero César Ramírez; y lo integran el informático Leonel Córdova, el estadístico Raúl Smith, el agrónomo José Castro y el geógrafo Luís Avendaño.
Cuando avancemos en el presente estudio, también será importante el apoyo que aportará la valiosa documentación existente en varios archivos, como el de
II. Marco conceptual
Antes de formular el cuerpo tentativo de hipótesis que nos proponemos demostrar en el curso de nuestros estudios e investigación de campo en el Estado Falcón, necesitamos explicitar el contenido semántico y alcance de los conceptos principales con que operaremos, como cultura, comunidad e identidad. El concepto de cultura en su acepción más amplia, entendido como concepción de la vida y el hombre coherente, unitaria y difundida nacionalmente, nos remite a la esfera de la praxis social: al modo de vida de una sociedad determinada, que se traduce en un sistema de valores éticos y morales que a su vez condicionan costumbres, hábitos, formas y medios o de subsistencia, estilos, expresiones artísticas, instrucción cultural, normas y patrones de comportamiento a nivel del individuo y de los grupos. No ha sido hasta hace muy poco tiempo que el enfoque de
Muchos autores afirman que la célula originaria de la sociedad es la comunidad y que la célula de la comunidad es la familia. Pero, ¿qué es la comunidad? Comunidad es aquello que es común en el sentido de lo que pertenece por entero a los miembros de un grupo de personas afines en términos de su subjetividad, de la cual hablaremos más adelante. Desde el punto de vista de
Hasta cierto punto, esta visión de la comunidad remite al origen mismo de la especie humana en el cual no había aparecido el excedente económico y las relaciones estaban regidas por la ausencia del arte o de las técnicas dirigidas al intercambio interesado y a la postre al dominio de quienes no poseían esos excedentes por los otros que adquirieron poder con su posesión. No obstante, cuando un grupo humano es capaz de lograr sus propios medios y recursos para la subsistencia valiéndose de la aplicación de sus energías creadoras hablamos de comunidad, condición de lo que ahora se denomina desarrollo endógeno, es decir, resultado de la aplicación del trabajo de un grupo que no depende para lograrlo de la ayuda o la asistencia del exterior.
Mas la comunidad no necesariamente está definida o determinada por la reproducción de la vida material o por el hecho económico. Podemos hablar de una comunidad desde el punto de vista social más abarcador, que incluye por ejemplo la esfera de lo espiritual y lo religioso, tipo que resulta del de las de mayor fortaleza en muchas sociedades y circunstancias. Son rasgos distintivos suyos, entre otros, las tradiciones, los modos o peculiar manera de subsistencia, el comportamiento social, el hábitat y, aunque no necesariamente, las creencias religiosas y la espiritualidad ya mencionados. También entran aquí, en cierta medida, determinadas relaciones de parentesco, no reductibles a las sanguíneas
La comunidad rural ilustra como modelo de alto valor expresivo el peso y la función del factor subjetivo en la cohesión y preservación de los rasgos comunitarios. En ella se conservan en mayor número y de mayor significado la ayuda mutua o mutualidad, la cooperación y la solidaridad entre los miembros del grupo, capaces de sacrificar intereses personales para satisfacer necesidades de otras personas. Estos rasgos pueden ser observados asimismo en los pequeños poblados o en los asentamientos semi-rurales, donde ellos no son tan fuertes ni tampoco empleados con la constancia y la frecuencia con que se dan en el campo. De modo que, podemos convenir en que, mientras más alejada de núcleos poblacionales en particular urbanos, más fuerte será la comunidad, del mismo modo que su capacidad de agenciarse recursos propios la situará en un grado de mayor cohesión y solidez.
Desde este mismo punto de vista sociológico, la comunidad puede ser entendida como una forma de sociabilidad especial, dada por un origen natural, étnico, espiritual o nacional de los miembros de un determinado conglomerado. En efecto, se trata de un grupo de personas ligadas por un conjunto de creaciones, representaciones colectivas, aspiraciones, necesidades e intereses que llegan a formar una unidad social localizada en un espacio. Una de las variables de mayor importancia al considerarla es el factor subjetivo. Así, para Georges Gurvitch, comunidad es la forma más equilibrada del Nosotros, es decir, de una colectividad difícil de descomponer en sus partes constitutivas y, en consecuencia, la más estable y equilibrada. De ahí que el ruso N. Berdiaeff la considere como la fraternidad real de las personas, en la que cada uno de sus miembros se transforma y sacrifica su individualidad en aras de ese bien superior que conscientemente ha abrazado y al que, en consecuencia, no puede permanecer ajeno.
El último de los conceptos claves manejados en la presente investigación es el de identidad, acerca del cual se ha formado un campo donde predomina la polémica. Así, para Gilberto Jiménez “la identidad supone por definición, el punto de vista subjetivo de los actores sociales acerca de su unidad y fronteras simbólicas; respecto a su relativa persistencia en el tiempo, así como en torno de su ubicación en el mundo, es decir, en el espacio social.” Desde nuestro punto de vista, identidad remite a los conceptos de cultura de una etnia, comunidad, grupo social, pueblo o nación en que el sujeto se reconoce en relación de pertenencia con el conglomerado social suyo en tanto se diferencia con otras culturas que delimitan sus fronteras.
La identidad es mutable, se enriquece o transforma, incluso puede llegar a perderse por un proceso de globalización y falta de memoria histórica. Los símbolos, la tradición oral, la cultura tradicional popular, el reconocimiento de la historia y la lucha por la soberanía e independencia son componentes consustanciales de lo que llamamos identidad nacional. La identidad nacional no es un resumen ni suma de identidades locales, sino más bien una asociación de estas identidades particulares en términos que caractericen a los sujetos individuales y colectivos que se reconocen miembros de esa nación o Estado.
Por parecernos de máxima claridad y consistencia, nos apoyamos en la siguiente formulación del ensayista cubano Joel James:
“El concepto de identidad tiene pertinencia tanto para una definición de lo nacional, de lo cultural como de lo personal. En un intento de acercamiento al concepto pudiéramos decir que por identidad debemos entender la conciencia de lo propio, que es decir, de aquellas especificidades que nos hacen diferentes. Esto significa que la identidad se da siempre en relación a otros diferentes que eventualmente pueden ser entidades contrarias.
Tal es el caso de la identidad cultural y nacional cubana que se fragua por una voluntad independentista primero frente a España y luego frente a Estados Unidos.
Sin olvidar la importancia de la naturaleza insular de Cuba, en la definición de una identidad tendríamos que detenernos en toda la importancia que merecen aspectos como:
1. la cultura tradicional popular
2. la memoria histórica común
3. los sistemas simbólicos referenciales con capacidad de definición.
En países que no reúnen las condiciones geográficas e históricas cubanas, es decir, multiétnicos, fronterizos, con pluralidad de lenguas, ¿resulta pertinente esta definición de identidad?
Es cosa precisamente a investigar.¨
III. Objeto de estudio
El estudio de una o de varias comunidades inscriptas en estos micro- territorios o localidades, nos puede permitir desentrañar las raíces de determinadas expresiones culturales que en un nivel social amplio recibimos como símbolos culturales de una región o, incluso, de un país.
La figura del tambor se presenta como una especie de reinado en las fiestas y actividades artístico-culturales en un porcentaje significativo de los asentamientos poblacionales del Estado Falcón, al punto que estamos tentados a afirmar que llega a constituir lo que pudiéramos denominar el complejo del tambor coriano, al que se vinculan expresiones musicales y danzarías acompañadas de diversos instrumentos musicales. Esto nos ha motivado a realizar una indagación exhaustiva del asunto, para lo cual hemos tomado una comunidad ubicada en la ciudad de Coro y otra rural, enclavada en las estribaciones montañosas que rodean esta villa, bajo la consideración de que en ambas están presentes los orígenes de estas expresiones predominantes de la cultura.
Tomando en cuenta lo que conceptualmente hemos definido antes para el concepto de cultura, se requiere estudiar en profundidad la razón de existencia de estas comunidades, sus movimientos y estructura demográfica, el o los centros económicos o actividad de producción material que han permitido su subsistencia, sus referencias históricas en términos de su participación en las diversas circunstancias políticas y nacionales o libertarias, las expresiones culturales mostradas en el momento de su surgimiento, las que se les fueron incorporando y las que actualmente subsisten, su influencia y repercusión en el resto del territorio a nivel del Estado o región y de la nación en su conjunto, el status económico y de pertenencia de la población existente en la mismas, así como otros elementos que forman parte del modo de vida de estas micro sociedades, como los vínculos existentes en razón de los movimientos demográficos o de traslados culturales entre la comunidad rural y la urbana.
III a.- Objetivos
3.1 Objetivos generales
Nos proponemos aportar las evidencias, datos y argumentos que nos permitan comprobar los siguientes objetivos generales:
1.- Demostrar las especificidades y similitudes en el surgimiento, comportamiento, preservación y promoción de determinadas expresiones de la cultura popular tradicional mediante el estudio de comunidades urbanas y rurales de Venezuela y de Cuba.
2.- Demostrar la repercusión de determinadas expresiones de la cultura popular tradicional de las pequeñas comunidades en contextos territoriales, regionales, nacional e internacional.
3.- Basándonos en la realización de los objetivos anteriores, demostrar la importancia de la cultura tradicional en la formación de los valores de liberación social, patriotismo y de defensa de las identidades locales, nacionales y regionales, así como la necesidad de investigar, atender, preservar y estimular las pequeñas comunidades portadoras de estas manifestaciones.
4. Conceptuar el importante papel y función de las identidades locales en la formación de identidades regionales, nacionales e internacionales.
5.- Estrechar relaciones de trabajo y experiencias entre investigadores cubanos y venezolanos.
3.2 Objetivos específicos.
Asimismo, aportaremos evidencias, datos y argumentos para poder demostrar los siguientes objetivos más específicos:
1.- Estudiar el surgimiento, desarrollo y preservación de la comunidad
2.- Estudiar el surgimiento, desarrollo y preservación de la comunidad rural Macuquita, ubicada en la sierra coriana.
3.- Analizar los nexos y similitudes en cuanto a calidad humana, psicología social, valores morales y éticos, así como las diversas expresiones de la cultura tradicional popular existentes en las dos comunidades mencionadas.
4.- Valorar la influencia de estas manifestaciones culturales y, en particular, del tambor coriano, en el Estado Falcón y en otras regiones de Venezuela y del Caribe.
5.- Medir y justipreciar el grado de conciencia existente en la población de Coro en relación con el lugar y papel del tambor coriano como elemento que simboliza la identidad de esta localidad y a nivel de la nación.
6.- Establecer elementos de juicio o pautas que permitan comparar el comportamiento del fenómeno que nos ocupa en las dos comunidades corianas seleccionadas con el de otras comunidades de este tipo pertenecientes a poblaciones del Caribe, en particular con el barrio de Los Hoyos, de Santiago de Cuba, y con la comunidad cubano-haitiana de Pilón de Cauto, en
7.- Establecer comparaciones relacionadas con el grado de conciencia de la población coriana de Venezuela en torno a la cultura del tambor y la de Santiago de Cuba en torno a las expresiones del carnaval y de otro tipo.
8.- Apoyándonos en el alcance de los objetivos anteriores, elaborar un cuerpo teórico que nos permita medir y valorar la influencia de las manifestaciones de la cultura popular tradicional en la formación y preservación de las identidades locales, así como el papel de las identidades locales en la identidad de una nación o de una región, como es la del Caribe.
IV.- Hipótesis
1.- Las comunidades urbanas formadas por los movimientos migratorios del campo a la ciudad mantienen en lo esencial los signos de su identidad aun cuando se incorporen otros elementos que resulten necesarios para su adaptación al medio.
2.- Las manifestaciones de la cultura tradicional popular constituyen componentes de nuestras identidades nacionales y son el resultado de la trascendencia de estas manifestaciones en el origen, desarrollo y consolidación de las pequeñas comunidades.
3.- Existen similitudes importantes o significativas en las identidades caribeñas, con independencia del proceso de su formación, en razón de su componente común de raíz africana.
V.- Métodos y técnicas.
1.- Investigación bibliográfica.
2.- Investigación documental en archivos locales, regionales, nacionales y de otros países, como Curazao.
3. Obtención de información socio-demográfica
4. Obtención de información primaria y testimonial
5.- Consulta a expertos locales
6.- Entrevistas y encuestas a muestras seleccionadas en las comunidades objeto de estudio.
7.- Entrevistas y encuestas a muestras seleccionadas de la población coriana (no pertenecientes a ninguna de las dos comunidades.)
8.- Análisis de contenido de las entrevistas y procesamiento estadístico de las variables encuestadas en las entrevistas.
9. Encuesta de opinión cerrada a través de medios impresos públicos, dirigida pues a la población del Estado en relación con determinadas manifestaciones culturales.
VI.- Rasgos generales de las dos comunidades venezolanas objeto de estudio.
1.- La región histórica donde están enclavadas
Desde el arranque mismo del proceso de expansión europea de las islas del Caribe hacia
Geográficamente, Falcón se ubica en una posición privilegiada que beneficia los intercambios, contactos y permanente interacción con los habitantes de las islas del Caribe que lo circundan, las que pueden ser visualizadas, desde determinados sitios elevados, en días despejados. Esas condiciones bienhechoras de la navegación propiciaron en el pasado un alto nivel de contacto entre la población aborigen a ambos lados del Mar Caribe y fue aprovechada eficientemente por los africanos esclavizados de algunas de las mencionadas islas para escapar de su servidumbre, empleando la modalidad de lo que el historiador cubano Pedro Deschamps Chapeaux denominó el “cimarronaje marítimo”.
Se hizo casi una norma el que la población de las islas circunvecinas emigrase primero a las costas de
Actualmente, se realiza un flujo diario y permanente durante todo el año de personas que navegan en ligeras embarcaciones desde Paraguaná a las islas holandesas vecinas, adonde venden diversos productos y se produce un intercambio comercial muy beneficioso.
2.- Comunidad Macuquita
Esta comunidad está ubicada a unas decenas de quilómetros de la ciudad de Coro, capital del Municipio Miranda, el que comprende territorios del llano, costas con puertos de gran valor histórico y estribaciones montañosas con hermosas vistas y paisajes provistos de humedales que en algunos casos le proporcionan fertilidad a los suelos y propician una vegetación exuberante, que contrasta con otra de tipo xerófila y semiárida que a ratos introduce el contraste. Hay que hablar de este Municipio como una sub-región donde deberán ubicarse, según rigurosa perspectiva de la historia, el Puerto Real de
Macuquita se ubica, camino de
Pero, si bien este mudo testigo es evidencia del uso por parte del explotador de la fuerza de trabajo esclavo y del propio comercio esclavista, en esas mismas sendas de la serranía se habrían de continuar la resistencia y las luchas hincadas entre la población aborigen y los esclavos hacía mucho tiempo. En ese paraje donde en el pasado abundaban las haciendas, en mayo de 1795 de produjo uno de los hechos más relevantes de la historia nacional venezolana y del continente americano: bajo el mando del zambo José Leonardo Chirino parte de las dotaciones de esclavos de la hacienda donde éste se desempeñaba como miembro de la dotación ligada a la casa del amo, y de negros y mulatos libres de otras haciendas vecinas, con miembros de lo que para entonces eran denominados pueblos de indios, se complotaron y alzaron en contra de las autoridades coloniales que los explotaban y expoliaban a par iguales. Este importante hito debe ser contextualizado precisamente tomando en cuenta el movimiento y traslado de ideas de liberación que generó
Precisamente, este territorio era refugio seguro de los africanos huidos de las haciendas y sitios donde eran sometidos a esta inhumana y execrable práctica esclavista. Les sirvió de amparo defensivo y luego construyeron en él los famosos palenques donde convivían con la población aborigen con la cual se establecieron importantes mecanismos de intercambio cultural y de convivencia aun no explorados y que, en consecuencia, han sido incluidos entre los objetivos de nuestro estudio.
Al referirnos a la población de esta comunidad, estamos hablando de población aborigen, negros, mestizos, zambos y mulatos libres, entre quienes se establecieron profundos lazos apretados por condiciones físicas y condiciones sociales compartidas. A partir de ellos, se generó un tipo humano cuya mentalidad y formación axiológica deberá ser adecuadamente ponderada y estudiado para explicarnos fenómenos de relevancia para la historia de nuestros pueblos--como el guiado por José Leonardo Chirino-- y comportamientos que se extienden hasta el presente, los que junto con las expresiones de su espiritualidad, y especialmente los de la cultura tradicional, constituirán fines principales de nuestra investigación.
3.- Barrio
Su nombre nos remite casi automáticamente a África, en tanto nos hace recordar que para los haitianos esta palabra es el símbolo de la tierra desde donde sus antepasados fueron extraídos por la violencia y donde se conserva el reservorio del imaginario colectivo común rectorado por los ancestros. Así lo testimonian, por ejemplo, los cantos que se ejecutan en las ceremonias del sistema religioso creado en Haití conocido por el vocablo vodú y que se han mantenido con plena vigencia en esa porción de la vecina isla caribeña. Pienso que esta referencia no es casual, sino todo lo contrario: ella explica la existencia de tradiciones culturales que nos remiten a la región caribeña y, por su conducto, aquella Patria Mítica que hace latir el corazón de sus hijos donde quiera que se encuentren.
Esta comunidad objeto del presente estudio está situada en uno de los barrios marginales de la ciudad de Coro. Negros y mulatos integran fundamentalmente su población, que se conformó en el progresivo proceso de migración del campo a la ciudad, en este caso procedente de
Con uno de los líderes del barrio, el señor Mario Aular, hicimos un recorrido inicial para demostrar que este asentamiento se levantó siguiendo la lógica de los desplazamientos poblacionales que conformaron la mencionada ruta de
Documentos consultados* en relación con la insurrección de Chirino nos permiten estar en condiciones de demostrar fehacientemente la sólida vinculación de esta comunidad con tales acontecimientos y con la población serrana involucrada en los mismos. Puede demostrase a partir de ellos, que entre ambas comunidades existía un real compromiso de lucha antiesclavista y de liberación social, asentada en ese vínculo profundo de lo humano y de sus creaciones espirituales. A pesar del evidente nivel de pobreza en lo referido a las condiciones materiales de vida o existencia, se observa un esfuerzo especial por mantener en alto el orgullo de la pertenencia a una sociedad portadora de sólidos vínculos entre sus miembros y de tradiciones culturales tan fuertes, como la del tambor coriano, verdadero complejo músico-danzario que puede ser tomado o considerado como el símbolo de la falconía.
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*Nos referimos particularmente al volumen Documentos de la insurrección de José Leonardo Chirinos (Caracas, 1994). Reseñados por la investigadora Josefina Jordán, quien da fe de la pérdida del expediente seguido a José Leonardo en el juicio que le siguió con motivo de tal hecho histórico.
Resulta de mucho interés el hecho de que se conservan las estrechas relaciones de los vecinos del barrio con sus familiares, compadres y amigos de la sierra; y lo es también el que se hayan esforzado y aplicado por recrear estas relaciones y que este acto resulte de alto valor de adaptación al medio especifico en que se vive. Fruto de este afán enriquecedor, se han derivado el sostenimiento de tradiciones propias de la sierra, como el culto al Divino Niño Jesús y también el que hayan surgido otras tradiciones, como la que acabamos de mencionar referida a la música y a la danza.
El examen de algunos indicadores demográficos de ambas comunidades tomados de las fuentes del Capítulo Falcón del Instituto Nacional de Estadísticas nos induce a la consideración de la existencia de un flujo migratorio que contribuye a confirmar nuestras consideraciones mencionadas más arriba.
Población por grupos de edades Macuquita:
Total %
Niños (de
Adolescentes (12-17 años) 18 14**
Jóvenes (18-29 años) 28 23
Adultos jóvenes (30-44) 16 13*
Adultos (45-54) 17 13*
Adultos mayores (65 y más) 12 9
Total 128 100
Población por grupos de edades del Barrio
Total %
Niños 0- 11 años 362 21**
Adolescentes 12-17 años 175 10**
Jóvenes (18-29 años) 386 23
Adultos jóvenes 30-44 años 365 22*
Adultos 45-64 años 246 15*
Adultos 65 o más 158 9
Del análisis de estos datos pueden enunciarse las siguientes observaciones:
* Nótese una diferencia porcentual mayor en
** Nótese una diferencia inversa en estas edades de niñez y adolescencia.
Curazaito es la porción más marginal del barrio y debe su nombre, justamente, al evidente asentamiento de la población procedente de la isla vecina de Curazao o, indirectamente, de ella a través de
En la calle del barrio denominada Nueva vive la señora Olga Camacho con su agrupación
Santiago de Cuba, octubre 26,2005.
*Nota: El anterior texto preparatorio se publica rigurosamente tal y como fue redactado por sus autores en Santiago de Cuba entre el 23 de agosto y el 26 de octubre del 2005. La cita colocada en él referida al concepto de identidad fue escrita para el mismo por el pensador cubano Joel James, para entonces Director de
La segunda parte del presente texto fue redactada por José Millet con la intención de condensar la data obtenida en el trabajo de investigación de campo y en las ocasionales incursiones que hicimos a algunas fuentes documentales de la localidad, en la que intervino Zulay Castejón. La toma de las fotos que lo acompaña y su selección estuvieron a cargo de los miembros de nuestro equipo de estudio Pedro Eduardo Concepción y Orlando Moreno, con el apoyo de Oscar Lázaro. Consignamos aquí su importante contribución a este tipo de trabajo científico, la cual es el más vivo testimonio del acierto de la colaboración en materia de investigación científica en la esfera de la cultura promovida por
En un acto público que fue reseñado por la prensa regional, el pasado 10 de mayo el ingeniero Rafael Pineda Piña, alcalde del Municipio Miranda, firmó el decreto con que se le restituyó el nombre al barrio y se fijaron sus límites territoriales según la opinión autorizada de muchos de sus vecinos. En horas de la noche de ese mismo día una delegación encabezada por el Ministro de Cultura, Educación y Deportes de Curazao, doctor Dennis H. Jackson, participó en el Club
José Millet
Luego de permanecer durante cuatro meses en Cuba, en el mes de noviembre del año 2005 retomamos el trabajo de investigación que habíamos empezado en el mes de marzo anterior amparado en el convenio firmado por el Instituto de Cultura del Estado Falcón (INCUDEF) con
Hace apenas dos meses, se ha incorporado al equipo de estudio el estudiante de Turismo Orlando Moreno, joven yaracuyano que, con gran sacrificio personal, ha venido a hacer su pasantía en Coro, bajo nuestra tutoría, y que promete ser un profesional altamente preocupado por el aprendizaje constante y su aplicación a nuestra realidad social con inteligente sentido de las urgencias, que obligan a la inmediatez y mucho más a la eficiencia. Finalmente, luego de un año de haberse elaborado, se acaba de firmar un Convenio con
En la presente etapa de nuestro estudio, les asigné a los miembros de mi equipo la tarea de iniciar un levantamiento de información que nos permitiera determinar las fuentes documentales de que disponíamos en Coro para acercarnos a nuestro objeto de estudio. Establecimos contacto don el núcleo directivo y algunos de los trabajadores del Archivo de Historia de
La revisión hemerográfica hecha en
El 20 de febrero pasado, luego de varias reuniones concebidas como mesas técnicas, se inició el programa del Instituto denominado Tomas Culturales, consistente en un contacto lo más amplio y profundo posible con cada uno de los veinticinco municipios que conforman el Estado Falcón para instalar en ellos la imagen corporativa nueva que hemos estado construyendo en INCUDEF. Se trata de un acercamiento de nuestro centro laboral a las comunidades más emblemáticas desde el punto de vista de la riqueza o el arraigo de las tradiciones culturales del pueblo de cada sitio, las cuales deberán exponerse, en su nicho original, con la participación fundamental de los vecinos en su condición de organizadores y de los cultores populares, grupos artísticos y personalidades más representativas de cada una de ellas. Tuvimos el honor de que se aceptara que el arranque tuviese como comunidad emblemática la de
Como uno de los resultados más dignos de destacar en esta toma cultural, se encuentra el que los vecinos del barrio
Pero, a estas alturas del relato, creo conveniente retomarlo donde lo dejamos cuando informábamos cómo se inició esta investigación de una pequeña comunidad coriana. En efecto, en marzo del año 2005 iniciamos los contactos con algunas personas que ayudarían decisivamente a enrumbar nuestros pasos hacia el ámbito coriano, que para mí es espacio físico, geografía humana, historia, pertenencia, bravura, orgullo, cariño (¿otra palabra mejor fue ingeniada en nuestra lengua castellano-americana para referirse a un sentimiento o afecto hacia alguien que la que inventó el coriano con la de querendón?) y, en suma, identidad, concepto que, para los efectos de una visión del mundo anclada en una posición política definida, equivale para mí a la posesión y disfrute de una igualdad social plena y verdadera. En síntesis: mis estudios del hombre y su espiritualidad se tornaron hacia Coro, su gente y su corianidad.
Recordemos cómo surgió el presente proyecto de estudio de caso: inicialmente, en conversaciones con la historiadora, la licenciada Nereida Ferrer y con la poetisa Celsa Acosta, emergió a propósito el nombre de un barrio objeto de una discusión ilustrada y política a consecuencia de la reclamación de algunos de sus vecinos.
Fue así cómo, a través de tan entrañables intelectuales amigos, establecí una relación con un señor que lideraba el reclamo de la comunidad y que se había convertido en un tenaz escudriñador de archivos y documentos indispensables para probar la existencia del nombre
Siguiendo el curso del relato de este reclamo, me encontré en un situación parecida a la experimentada años atrás con los productores artesanales del cocuy del simbólico poblado rural de Pecaya: alguna parte de la injusticia ejercida por los opresores a lo largo de la historia de este rico y bello país en contra de los pobres habría de revelarse y, sin duda, en esta nueva circunstancia de
Cuando digo que asumo la voz de uno de los vecinos estoy cometiendo un grave error. Es que ese vecino resume en cierta medida la historia y el reclamo del barrio en su conjunto. Basta que una voz, una sola voz, se alce, para reclamar o reparar una injusticia para que esa señal adquiera la dimensión de un sujeto supraindividual, siempre que ese reclamo posea un carácter de reivindicación del colectivo. Siguiendo la trayectoria lógica del relato, tal vez nos consigamos con las evidencias que nos permitan comprobar esta aseveración.
Ya para el año de 1979 fue creada en el barrio
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