viernes, 25 de abril de 2008

Zábila, Coro, creencias y costumbres religiosas

Zábila, Coro, creencias y costumbres religiosas

En muchas casas de Coro es frecuente encontrar plantas de zábila aparentemente adornando la entrada de acceso principal o porche. Nuestra experiencia nos indica que en la tierra del chivo, altivo y rebelde, del viento espinoso y del cardón florido, cada cosa puede tener una significación oculta. Es el caso de la planta antes mencionada que se emplea con usos múltiples, entre los que se olvida el de tipo religioso. Para muchos vecinos del barrio La Guinea, la zábila recoge las malas influencias. Se coloca en todos los sitios de la casa para recogerlas y evitar que tales maleficios entren al hogar para dañar a la familia, sobre todo a los más débiles y desprotegidos. Existe la creencia de que cuando no hay zábila colocada detrás de la puerta de entrada principal a la casa de vivienda, ésta está sucia.

Existe una tradición vinculada al empleo de la zábila que se remonta a la existencia de los abuelos de la señora Miriam Acosta Gómez. En la semana, la zábila es velada en el jueves santo y el viernes siguiente se reza y se le coloca agua bendita. Luego esa zábila se la conserva en la casa durante todo el año, como medio de protección frente al mal. Miriam nos relató el hecho de que, en cierta ocasión, al arribar a lo que denomina “el día de las brujas” la zábila se marchitó y se cayó del sitio donde estaba colocada.

La zábila es atada con una cinta de color rojo, que simboliza la alegría; blanco, que simboliza la paz y verde, que simboliza la esperanza. Pero generalmente a la zábila se le coloca la cinta roja. El uso de la zábila con fines espirituales está presente en casi todas las casas del barrio, según Miriam, hecho que he podido confirmar con nuestras investigaciones de campo. Para otras personas, el uso del color rojo tiene como función la protección personal y familiar, por lo que a los bebés se les prende en la ropita corporal al menos una pepita de la peonía, justamente que es de color rojo y negro.

En muchas casas del barrio no sólo se observa la preferencia en el uso de la zábila con diversos objetivos, sino también como uno de los objetos más expresivos asociados a un conjunto de clara filiación de naturaleza espiritual, en el que se localizan las herraduras con siete agujeros, que son colocadas y guardadas en el matero, que casi siempre es de barro, tres frascos acompañando la zábila y hay personas que colocan también un imán.

La raíz de la zábila siempre debe colocarse para arriba. Nos refiere Luís Cazorla que a la zábila debe colocársele oro y plata para que surta el efecto deseado; refiere asimismo que los árabes creen en el poder de resurrección de esta planta milagrosa; ellos atan la zábila con una cinta de cuero de caimán, según él.

Religiosidad popular

Juana es una de las personas más espirituales del barrio, en este caso vinculada al catolicismo. Conviviendo con esta religión oficial, muchas gentes tienen creencias de otro tipo. Mario Aular entrevistó a una persona ya fallecida, que hacía consultas espirituales empleando el agua.

Costumbres funerarias.

Existe una zona del comportamiento y la vida del hombre que ilumina como ninguna otra su cosmovisión y modo peculiar de ver la vida. En ella, la idea de la muerte y la manera peculiar con que se la suele tratar ocupa un lugar privilegiado, una rendija por donde podemos mirar al interior, al alma del semejante para sentir el pálpito que generalmente no salta a primera vista. Algunas pinceladas de cómo proceden los vecinos en las ceremonias u honras fúnebres que siguen al fallecimiento de alguien nos permiten aproximarnos someramente al asunto antes mencionado. Hay acciones que se repiten en lo observado en las culturas de otras sociedades alejadas de la venezolana como la angoleña: la preparación e ingestión de una comida y la música que en le caso de las tradiciones de la sierra resultan semejantes. Antes del rezo pintan la casa de vivienda de cualquier color y en el día del “último rezo”hacen una comida para los presentes: un hervido de gallina o de chivo. A pesar de la seriedad que rodea la costumbre, no falta algún chiste. Las familias de origen serrano cantan salves.

1 comentario:

Pedro E. dijo...

Me parece un poco inútil este artículo. Debes mejorar.